La verdad es que espero a que llegue, porque es algo diferente, me ayuda a desconectar, a relajarme y concentrarme. Es un respiro dentro de una larga semana y hacemos actividades que requieren pausa y meditación, cosa que nos viene bien porque siempre andamos con prisas. Un kit-kat, eso es, un momento de liberación, no miras el reloj ni piensas que no pasa el tiempo, por mi, como si se para y me quedo allí relajada, meditando, pensando en todos los instantes que tiene una mañana, en lo que me gusta saborear el desayuno tranquilamente o en lo agradable que resulta despedirme de mi madre por las mañanas con un beso. Porque para mi es importante, despedirme siempre con una sonrisa, con un buen recuerdo. Y ese momento es mio y yo elijo como vivirlo y sentirlo y nadie me lo puede arrebatar. Un saludo.